Esta obra nace de la observación de un dolor continuo e incomprensible a nuestros ojos.

Banalizamos a diario la palabra depresión. ¿Pero que se esconde detrás de ella? Detrás de ella se asienta una enfermedad que nos autodestruye.

Con esta obra tratamos de acercarnos y comprender   la percepción que de sí mismo, del mundo y del futuro siente una persona que padece depresión, una carga silenciosa que todavía hoy sigue nutriéndose de un halo de glamour.

Ante nosotros un espacio cualquiera, convertido por el enfermo en un lugar de encierro y aislamiento ante la mirada aséptica de dos doctores. Poco a poco iniciamos con él un viaje que se va convirtiendo en un angustioso bucle sin posibilidad de retorno.

Este viaje no es un viaje de ida y vuelta, es un viaje de solo ida. Es un viaje hacia la culpa y el dolor del enfermo.